13 agosto 2007

Sueños

Me doy cuenta que cuando he vivido algo que me ha dejado marcada, continuar hacía delante se convierte en una obligación, si bien es cierto que en momentos puntuales el recuerdo de esa marca se parezca más a un fantasma que sobrevuela mi espacio.

En la vida todo cambia; parece que vas ganando, todo casi perfecto, eres la envidia de la gente de tu entorno y de repente sufres un palo gordo..., y toca levantarse y seguir peleando. Así es que, me esfuerzo por intentar coser de alguna manera mis heridas y trato de mantener los pies pegados en la tierra del presente, y corretear por ese futuro cercano que se llama Turquía… Incluso en ocasiones, con ojos noveleros, ensayo pasear por las calles y echar un vistazo a los escaparates de un futuro más lejano.

Y pienso, y vuelvo a pensar, últimamente pienso mucho, e imagino esas cosas que aún no he hecho y que me gustaría hacer, en definitiva, sueños que quisiera cumplir.

Si pudiera, me trasladaría a un ático con terraza y buenas vistas de Madrid, o directamente a vivir junto al mar, me iría un día de compras “a lo Pretty Woman”, sin mirar el precio en las etiquetas quiero decir…, y viajaría mucho más, y volvería a Tailandia... Aún no me veo capaz de volver a este país, pero el día que acaricie ese sueño significará que la cicatriz que ahora tengo ya no se aprecia en mi piel.


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