25 agosto 2007

¿Casualidad o destino?

Alguna vez os habéis parado a pensar aquello de ¿habrá sido casualidad o destino?

Un escéptico diría que todo sucede por casualidad, un religioso que el destino lo dispone “su ser supremo”, y otros, por ejemplo salen bien airosos ante la pregunta, porque alguien me contó que los japoneses dicen que no hay encuentro casual que no esté predestinado.

Yo creo en ambas cosas, es decir, pienso que tenemos un principio y un fin predispuesto pero la forma de llegar a él la forjamos nosotros mismos, e igualmente considero que en nuestra vida también suceden infinidad de hechos por casualidad. Llegué a esta conclusión después de haber leído bastantes libros y de haber asistido hace años a un curso de tarot, no os creáis.

Por lo tanto, desde mi punto de vista, el destino no se modifica aunque sí se pueden modificar las acciones que nos conducen al propio destino.

Me explico. Nacemos y tenemos un rumbo a seguir con un final de trayecto concreto; pero, la vida nos muestra además, folletos con diferentes itinerarios que no dejan de ser opciones. De esta forma, para llegar al final del trayecto podemos circular por la autopista, atravesar montañas, o bien carreteras comarcales haciendo paraditas y mezclándonos con los lugareños, incluso decidir si queremos tomar un pintxo rápido o un menú completo, y estar más o menos tiempo en los diferentes tramos del itinerario.

Por lo tanto, creo que lo que sí depende de nosotros y es elección nuestra, es precisamente la forma de "viajar". Lo perverso de la técnica es que cuando debemos elegir jamás encontramos las indicaciones que nos llevarían por la vía rápida, que es lo que a mí me hubiera gustado en algunos aspectos de mi vida… A lo mejor las he encontrado, pero como ya he confesado mi torpeza a la hora de interpretar los mapas…

Tiene mucho sentido, aunque es probable que algún@ no se lo estáis encontrando aún. Por ejemplo, era mi destino trabajar en la empresa X donde estuve 5 años, y también vivir en Inglaterra, donde he coincidido con much@s de mis actuales y mejores amig@s; pero, también les podía haber conocido en otras circunstancias. ¿Será casualidad o destino que yo viaje a Turquía?

Mi incesante búsqueda y empeño en enlazar las cosas que me pasan con un porqué que me deje realmente satisfecha, algunas veces me exaspera. El caso es que esta mañana tan triste y GRIS me he despertado muy temprano, pensando en mi futuro inmediato (mañana), en lo que me deparará el destino, y en este cóctel de cositas buenas y malas que nos brinda la vida, alegrías y tristezas, amor y desamor… Y rebobinando la mía propia, sigo con la convicción de que todo me pasa por algo y, naturalmente, que nada pasa sin dejarme una gran huella en el corazón, en el ánimo, en la mente... Tal vez sufrir es el precio que pagamos de antemano para poder ser felices, o viceversa, primero obtenemos la felicidad y después nos llega el cargo… Aunque, no recuerdo haber señalado la casilla de "pago con tarjeta de crédito", la verdad.

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