Que mejor cosa en este momento que darme un capricho. Ea. Y eso he hecho. He tirado la casa por la ventana y me he comprado unas gafas de sol ideales, de pasta y en tono burdeos, talla M o así.
Después de recorrer algunas ópticas de Madrid, y encontrar opciones igualmente caras y con cristales de calidad, me he decidido por esa óptica en la que me regalaban un segundo par por la compra de un primero. Una monada también, en color azulón.
Ah, y no os he dicho... ¡son de marca! Últimamente, y sin querer, me estoy volviendo muy pija... El otro día me dijeron que se veía que tenía pasta porque llevaba un reloj de "Bvlgari"... Phsaaaa, hombre, pasta como para aprovechar las vacaciones en Tailandia y comprarme uno en un mercadillo jejejeeje, pues igual sí... por cierto, ayer dejó de funcionar brrrugghh
No sé si volver de compras hoy... Esto de que me aconsejen mimarme y darme caprichos para animarme está fenomenal, pero cuando vengan los cargos de la tarjeta a lo mejor me deprimo de verdad... Pero, lo importante es que estoy contenta con mis gafas, que combinan estupendamente con mi vestuario y que, dicho sea de paso, veo de coña.
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