Nostalgia

Un amargo sentimiento de melancolía invade hoy mi mente y mi corazón. Tú eres pésimo para esto de las fechas, pero yo sí recuerdo que hoy hace dos años que nos conocimos…

No puedo evitar pensar en aquellos días, en el concierto de jazz que no te permití escuchar, en el maileo continuo y las tardes de paseos y compras compartidas, en el deseo mutuo de querer conocernos mejor, en la convicción de que el destino nos había presentado… Y es que me pareciste tan envolvente, tan sincero, tan atractivo, tan genial…

Fue sorprendente conocer de esa forma a un hombre con el que una congenia, e incluso prolongar caminando por las calles de Madrid hasta el amanecer, y sin darnos cuenta, la más que agradable conversación que surgió en aquel pub.

Fue maravillosa también, la sensación de percibir como un aparente desconocido armonizaba mi vida hasta el punto que nada de lo que nos acontecía parecía estar sucediendo por primera vez. Aún inolvidable, para mí, nuestro anhelado primer beso.

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En estas semanas me he dado cuenta de un hecho curioso, porque de todo aquello que nunca he tenido, tú eres lo que más echo de menos. 

Me he dado cuenta además, que quien te ama de verdad no solo te comprende y acepta como eres, también te ayuda a mejorar como persona, suma contigo. Y así es como me he sentido con Martín, pero tengo que aceptar que a veces el amor no es suficiente, y que no todos los amores se quedan a nuestra vera o de que algunas veces no se trata de un gran amor, pero sí de una buenísima historia.