26 noviembre 2007

La ciudad imperial de Hue

Después de la excursión a la pagoda del Perfume, tan sólo nos quedó tiempo para recoger nuestra colada de la azotea de la guest house porque el panoli no se acordaba de cual era nuestra ropa (sin comentarios), y comprar la cena antes de irnos a la estación de tren. Todo eso, muy, muy rápido.

Llevábamos unos rollitos de primavera que compramos en un restaurante estupendo llamado Trong Khách o Bistro Ca Fé (63 Hang Thiec), de esos donde te encuentras a locales comiendo y otros turistas, y además llevábamos galletas, bollos, quesitos y barritas energéticas. Los alemanes con los que compartíamos cabina fliparon, y eso que no llegamos a sacar nuestros bocatas de ternera con verduras fritas, del bar de nuestro casi amigo, y es que después de nuestros días en Ha Long, decidimos no arriesgarnos a pasar hambre ni frío.

El viaje mejor de lo esperado, la verdad. Dormí más de siete horas. Es interesante lo de reservar por teléfono o Internet una guest house pues te ofrecen la recogida gratuita en el destino, bien en la estación de tren o bien en la de bus (en aeropuertos suelen cobrar). Allí nos estaban esperando con un monovolumen. La habitación que nos dieron bien podría ofrecerse como excursión de mediodía, porque estaba en el cuarto piso, como siempre, y además de mogollón de escaleras, había que atravesar un hall, y una especie de patio interior…, lo justo para perderse, vaya; pero estaba limpia, era grande, teníamos ordenador con acceso a Internet, dos sillas y una bañera grande!! Nunca pené que una bañera pudiera significar tanto en mi vida.

En Hue teníamos intención de visitar algunas tumbas y la ciudadela. Los charcos de las calles estaban bien llenos y seguía lloviendo, así que contratar a un “hombre moto” no era la mejor opción. Demasiado tarde para una excursión en grupo, así que la mejor opción fue contratar un taxista, pero se nos olvidó comentar que fuera además guía y que hablara inglés. Damos por hecho cosas que nos parecen lógicas, craso error.

Cuando nos dimos cuenta que no hablaba más que vietnamita y no entendía ni papa de inglés porque a todo decía que sí, insistimos en que nos llevara otra vez a la guest. Al final se vino uno de los chicos de allí, que no tenía ni idea ni de tumbas ni de nada, y que por lo tanto iba en calidad de intérprete...

A pesar de la incesante lluvia, Hue me pareció una ciudad muy acogedora y merecedora de ser visitada durante un par de días, tanto por la ciudad en sí como por los alrededores. Me baso fundamentalmente en lo que nos comentaron algunas personas, porque lo que se dice ver, no vimos más que gotas y chubasqueros de colores que daban un aire divertido a la ciudad. No tuve más remedio que comprar uno, morado y enorme..., vamos, que parecía un nazareno en procesión. Sólo había el modelo opaco, aunque el que tenía una especie de ventanita en plástico transparente que quedaba a la altura del foco de la moto era genial!!

En esa zona se fabrican, a partir de la canela, esos palitos de incienso de colores y también los típicos sombreritos cónicos de paja de arroz con los que las mujeres se protegen del sol, y que curiosamente, cuando se ponen al trasluz se ven dibujos chinos de campesinos y templos. De esto no compré.



Empezamos el tour de los mausoleos reales con el del emperador Khai Dinh, cuya tumba es de las más pequeñas comparada con las de otros emperadores que le precedieron pero mucho más elaborada. Once años tardaron en colocar los miles de pequeñísimos mosaicos de vidrio y porcelana que lucen en el templo principal. Es muy bonita y de un estilo bien diferente a las demás que vimos, aunque lo también destacable es el magnífico entorno que eligió este hombre para que construyeran su propia tumba, en una colina rodeada de bosques con una panorámica preciosa.


A propósito, el precio de la entrada para ver cada tumba es 55.000 Dongs, más de dos euros, ya les vale..., un robo a mano armada. Ya sé que no es una cantidad como para arruinarse, podéis llamarme miserable si queréis, pero teniendo en cuenta el nivel de vida en Vietnam es una barbaridad.

El último que vimos fue el mausoleo de Ming Mang tiene una historia muy curiosa. Parece ser que los oficiales de la corte tardaron nada menos que 14 años en encontrar el lugar idóneo y a gusto del emperador, así que al mandarín responsable le premiaron con dos ascensos!!

Con líneas que se asemejan a la arquitectura china, jardines interminables y un desfile de lagos se pueden contemplar, fue destruido por los cristianos en 1885, como protesta por el anticatolicismo manifiesto del emperador. Los edificios están un poco quemados, la verdad.

Minh Mang dejó la friolera cifra de 142 hijos, con 33 esposas y 107 concubinas, y según la leyenda, 4 de ellos fruto de una misma noche. Baahhh, menos lobos caperucita, menos lobos.




El mausoleo de Tu Duc fue construido alrededor de un largo artificial porque por lo visto al emperador le gustaba mucho el agua. El hombre seguro que fue un romántico a juzgar por sus lagos con flores de loto, los impresionantes jardines con pinos que se reflejaban en el agua y los refinados palacios que decoran la estampa.

Entrada al mausoleo de Tu Duc

Uno de los múltiples lagos

Se tardó sólo tres años en edificar y de este modo el hombre lo amortizó, porque pasó nada menos que 16 años de su vida en ese entorno hecho a su capricho, entreteniéndose con la pesca, los paseos en bote, componiendo poemas, dicen que más de 4.000, y escribiendo algunas obras filosóficas. Además, tenía tiempo para degustar 50 platos diferentes al día, de ahí la tradición y gran variedad culinaria de la ciudad de Hue, y “poseer” 104 esposas y un pueblo entero de concubinas, aunque por lo visto no tuvo hijos. ¿Por falta de tiempo, tal vez?

Pasear bajo una lluvia intensa por la ciudadela Dai Noi no era lo más apetecible; pero a mí el lugar me gustó un montón a pesar de los charcos. Desde luego, me hubiera agradado más verlo en un día soleado pero era lo que había.



Diluviaban cubos de agua, aquello no era normal, y puesto que ya no daba tiempo a ver la pagoda de Thien Mu porque estaba muy oscuro el día, nos bajamos en el mercado local donde compramos alguna variedad de té y también lo que parecían frutas escarchadas, no sabría decir qué, pero están buenísimas. Este año daré un toque diferente a la Navidad.

Cenamos en el restaurante Xuân Trang, recomendado por la guía lonely planet y también por nosotras. Allí nos enteramos, por un lugareño todo hay que decirlo, que venía un huracán por el sur del país… Y nosotras que nos íbamos a la mañana siguiente a Hoi An, y teníamos un vuelo dos días después a Nhan Tang. El hombre alucinó cuando le contamos que nos íbamos al sur a bucear, y nosotras más, porque nos habían vendido un vuelo sin advertirnos de la situación que se avecinaba.

Tuvimos unas horas de confusión y un poquito estresantes la verdad, buscando en Internet la trayectoria del huracán, y sobre todo donde estaba EL SOL para poder aprovechar los tres días que nos quedaban… Lo encontramos en Laos. Momento de desconcierto ¿qué hay de interesante en Laos? Allí pillaron a Roldán, ¿no? Desde Hue está próxima una frontera a ese país y se podía ir en bus nocturno (10 horas, creo recordar), pero necesitábamos dos días como mínimo para obtener el visado. Por otro lado, en Camboya llovía, en Tailandia también, en Malasia más de lo mismo… Decidimos acostarnos y seguir con el plan, e ir el bus hacia Hoi An, y una vez allí volar desde Da Nang (aeropuerto más próximo) al norte del país, porque veíamos que las temperaturas eran más altas y también había solecito…

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