12 mayo 2011

Arrozales en Yuanyang

Terrible viaje en tren desde Dali a Kunming con un roncador profesional y el olor a humo del chino de al lado. Tanto destemple y tanto cansancio acumulado me llevaron a comer sopa a las 7am, bueno, compartida, pero sopa! 

Fue necesario subir a otro bus hasta la estación de autobuses de Kunming desde donde salían los autobuses con destino Jiangshui. Queríamos ver la ciudad más bonita de Yunnan, según la guía... me pregunto cuantas más visitó el que la escribió, cuentan las habladurías que nunca estuvo allí.

Fuimos a ver el templo de Confucio, que, hombre, feo no es, pero tampoco es espectacular, el precio sí, el precio es muuuy espectacular. Seguimos encontrándonos con cosas sorprendentes: en el interior hay un puestecito de tiro al arco! como los de las ferias, y también costaba dinero... 


Llegar a Yuanyang fue toda una aventura. Y es que los transportes no son ni salen a las horas que te cuentan y ni dibujando se aclara uno con los chinos! Desde Jiangshui teníamos otras 3 horas aproximadas más de autobús hasta llegar a Yuanyang, aunque cabía la posibilidad de que no llegáramos exactamente allí, es decir, que fueramos a otro pueblo que estaba a una hora de distancia, o eso nos pareció entender. Había información contradictoria, dependiendo a quien preguntaras, algo que te hacía perder los nervios o cultivar la paciencia! Pero el agotamiento era tal que nos subimos al autobús que en realidad era una furgoneta y Dios proveerá! El paisaje muy bonito, ya se veían algunas terrazas en las laderas de las montañas y hubo momentos bien agradables grabados en mi retina a pesar de las curvas y de que estaba siendo un día de "todo ruedas", algo agotador!


Cuando llegamos a Yuanyang ya estaba anocheciendo, pues sí, todo un día de viaje... Pensaba yo que al tener el pueblo una Plaza de las Terrazas pues habría unas vistas espectaculares de las terrazas, pero no, era un monumento en bronce que poco tenía que ver con terrazas naturales... Tan solo vimos a un grupo de mujeres, como en todos los anteriores pueblitos, bailando a su aire una coreografía tipo taichi; la diferencia era que en este pueblo la actuación era mixta, participaban también algunos hombres.

Seguimos por la calle que no había indicado un chico francés porque con la guía no llegábamos a ninguna parte, como casi siempre... y nos quedamos en la primera casa que vimos. Estaba limpia y el dueño (estaba lavando caracoles a conciencia!) nos pareció muy amable, teniendo en cuenta que nos hablaba por señas y dibujaba el resto... su nivel de inglés se limitaba a 2 palabras pero dibujaba bien, un tipo listo ¿para qué iba a  emplear tiempo y energía en hablarnos y gritarnos en chino como el resto!? Mejor dibujar directamente!! Se explicaba fenomenal algo que ayuda bastante y se agradece más todavía. Nos acompañó a un restaurante que era bueno, mejor que los de la guía "decía" situado junto a la plaza del pueblo y a la farmacia, los que aparecen en la guía no eran tan buenos ya os digo... "según nos comentó", y resultó muy bien, la verdad; había otros turistas y también chinos, y el lugar era de esos que eliges los productos y la forma en que quieres que los cocinen.

Después de la cena dimos una vuelta por el pueblo, que no es gran cosa. Nos abordó una china con un perfecto inglés ofreciéndonos un tour para ver a amanecer desde unas terrazas, paseo por arrozales y por la tarde ver la puesta de sol. Ya habíamos pensado en irnos en el bus de las 4 o 6pm a Kunming así que no nos cuadraba, pero la solucionadora de problemas nos ofreció medio tour!! 
 
Se unió al grupo negociador un alemán que llevaba un día por allí y debido a la bruma no había visto ni amanecer ni atardecer..., para la mañana las posibilidades de ver amanecer eran también mínimas y había que levantarse a las 5:30am así es que decidimos quedar a las 8 en la plaza con la idea de contratar un taxi o tuc tuc para los tres. Si algo tengo claro y aprendido es que a los alemanes no hay que dejarles negociar, son malos y siempre pagan más por lo mismo, algo que les ocurre también a los japoneses. Su moneda es fuerte y no les deja pensar más allá... No fue espectacular la rebaja conseguida pero no había tiempo para mucho más, nos pedían 200 y nos costó 160Y, pero era un taxi (mucho mejor que un tuctuc que es un tragapolvo) muy gracioso, con un hello kitty en la matrícula. Fue uno de nuestros mejores días!!!.



Pasear entre las terrazas de la zona de Yuanyang es un espectáculo impresionante, es increíble la obra de ingeniería realizada y son el resultado de una montaña esculpida con mimo y buen gusto, desde luego, una inteligente forma de aprovechar el terreno ya que las minorías que habitan la zona viven mayoritariamente de la agricultura. En esa época, los campesinos estaban arando las tierras y preparándolas para la siembra del arroz y otros cereales dejándola así lista para la siembra, y ya en los meses de julio y agosto realizan la cosecha. Según la temporada las tonalidades de las terrazas varían, por ejemplo en abril eran verdosas y algún tono amarronado. Por lo visto los meses de enero y febrero deben ser los mejores, al menos es cuando viajan numerosos fotógrafos por allí algo que lo convierte en creíble!

Por el camino que seguimos atravesamos pueblos habitados por los hani que es la minoría predominante en la zona, con fama de ingeniosos de ahí que fueran los que se plantearan aprovechar las faldas de las montañas de esa forma para ganar terreno para el cultivo e idearan lo de las terrazas. Lo dicho: Magníficos escultores de montañas.
 





Me sale una sonrisilla cuando veo en casas superhumildes estos detalles decorativos, convierten en macetas sus sartenes ya en desuso, o las botellas de plástico, o lo que sea... Y esa colada perfectamente tendida, esto también me resulta curioso.

Supongo que me llama la atención porque soy observadora y de detalles, y por eso me encanta ver como tratan de poner su toque personal para convertir con sus poquitos medios sus casas en acogedoras y bonitas.







                                                   
Imágenes del mercado en las calles de Yuanyang, la verdad que en realidad era una calle cortita, pero estaba animadísimo y había un poco de todo!

Lo que comimos estaba muy bueno y había hasta confitería, así que aprovechamos para comprar algo para el viaje de vuelta, ya que llegábamos a Kunming de madrugada.

A pesar de la niebla, espectacular paisaje, de verdad que mereció la pena el esfuerzo para llegar a la zona!! De lo más bonito que he visto en mi vida, y un poquito de mundo sí que he visto:-)







Al fondo, arando con un buey.

Esta fue la foto que más le gustó a la señora! Ahí donde la veis, se vino de la otra punta "del charco" toda contenta a pedirme que le hiciera una foto y estuvo un ratito posando, foto-mirar, foto-mirar, hasta que por fin, esta le pareció bien:-) ¡Qué maja!

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