06 mayo 2011

Alrededores de Dali

Decidimos ir a la zona noroeste del lago Erhai y visitar un par de pueblitos de los alrededores, Xizhou y Zhoucheng localizados a unos 20Km de Dali. Lo que uno se puede encontrar en un bus local en China es sorprendente, hay quien lleva media casi, una moto, 7 cajas, en fin, y de los asientos libres tampoco hay que fiarse porque enseguida sacan banquetitas para los huecos libres en el pasillo... todo ello amenizado por un peli o momentos de karaoke!







 
Xizhou, que no es tan pueblo puesto que tiene unos 10.000 habitantes! nos gustó un montón, como haber viajado en la máquina del tiempo... La plaza central parece sacada de una antigua estampa china, muy animada y con muchos tenderetes y comerciantes, incluido el panadero, realmente animada! Y dentro de todo lo rústico y este ambiente de aldeanos,una tienda con sus televisiones de plasma de 50", jajaaja


Las familias viven viven mayoritariamente de la agricultura por lo que veíamos alrededor aunque también vimos a varias mujeres transportando un montón de ladrillos atados con una cuerda en el interior de unos canastos... tremendo...




En Xhizou existen más de 80 casas bai, algunas muy bien conservadas, otras en ruinas. Hay también una casa bai que fue restaurada por americanos, que bien merece una visita por tres buenas razones: las vistas desde la terraza, el café y los baños inmaculados!



En Zhoucheng no estuvimos mucho tiempo, nos pasamos a comprar algo por el mercado, eso sí. Llegamos en taxi y la verdad es que nos resultó menos atractivo que el anterior, aunque no subimos a la parte alta, por agotamiento más que nada; lo tradicional en este pueblo son los tejidos y en especial trabajan los tintes, hay talleres donde te explican el proceso y en los que por su puesto puedes comprar, las mujeres bai están encantadas de regatear!




  Postura típica de los hombres chinos: sentados o en cuclillas, y haciendo nada... 
La fruta muy rica!
 
 

Interesantes los viajes en bus y el día en los pueblitos del noroeste del lago, lago que no llegamos a ver!


Otro día, nos aventuramos con mapa en mano y las aparentemente fáciles instrucciones que nos dieron en The Lilly Pad... En teoría eran 2,5 horas de ruta (me gustaría saber quien lo consiguió), pero salimos temprano de manera que teníamos varias horas de margen, pero entre que el mapa no coincidía muchas veces con lo que nos íbamos encontrando, que las personas que veíamos eran chinoparlantes, que daban vueltas al mapa (como yo, pero yo soy venusiana, no entiendo los mapas!) y que no comprendían ni donde queríamos llegar, los últimos ya solo nos decían con gestos que nos diéramos la vuelta y señalaban el sol, que estaba cada vez más bajo... y lo peor, ese vigilante del puesto que no quería dejarnos pasar quizás ¿esperando una propina? Accedió cuando decidimos sacar el móvil para llamar al hostel.

El trayecto final fue un poco decepcionante; es una subida importante entre árboles y con varios tramos de escaleras! Sí, sí, escaleras construidas por profesionales, no cualquiera escalera, al principio te alegran pero agotadoras... y como tampoco hay vistas bonitas resulta muy pesado. Está bien para hacer ejercicio pero bueno, mejor la opción del CableCar...

Que gran momento! Llegar a la cima de la montaña! Me pareció todo un logro personal, el lugar ideal y la cena, wowww, me hubiera comido cualquier cosa, pero estaba deliciosa!

La reserva para dormir en ese albergue la pueden hacer desde The Lilly Pad; estaban muy preocupados, nos esperaban horas antes para comer casi... El sitio es un albergue de montaña, con lo básico quiero decir, incluso en cuanto a comida, ofrecen lo que tienen en el frigorífico y en la despensa! El chico que estaba encargado de la cocina era argentino y no estaba muy preparado para esos menesteres, trabajaba allí a cambio del alojamiento y la comida, era su primer día y Nuria pasó a echarle una mano con los crepes cuando asomó entre la cortinilla con cara de desesperado preguntando ¿el limón se pone dentro? 


Al día siguiente hicimos otro tramo andando bordeando la montaña y terminamos subiendo al funicular que nos dejó en Dali. Realmente es un camino bien asfaltado, como una "ruta del colesterol" VIP, hay que llevar agua eso sí, pero se camina perfectamente. El paisaje bonito, claro está, la montaña, puentes, riachuelos, genial para desintoxicarse!




Después de comer en un restaurante local, nos dividimos en dos grupos: los chicos iban a descansar y las chicas nos aventuramos a coger un autobús local y luego un segundo hasta llegar al objetivo: El Pabellón de los Espejos Celestes.

Teníamos que subir a dos autobuses diferentes y nos dibujaron donde había que hacer el cambio... En el primero no había manera de comunicarnos con nadie, los pasajeros nos miraban atónitos... Fue un chico el que nos indicó donde bajarnos, un estudiante de arquitectura de 23 años jeje no es por ser cotillas, además de su nombre fue lo que nos contó ya que era todo lo que sabía decir en inglés. 

Se nos hizo largo el segundo trayecto, en esta ocasión era una furgonetilla, estábamos un poco desesperadas porque no teníamos ni idea de donde nos teníamos que bajar... y de repente la conductora frena y nos obliga a bajar, y ohhh vemos a los chicos!! Que se bajaban de un minivan!!! ohhhh! Que alegría! Transporte privado para la vuelta jejeje

El pabellón es bonito pero no lo encontré tan espectacular como sugiere la guía, no obstante, la aventura estuvo muy divertida! No tengo fotos porque se agotó la batería...


No hay comentarios: