27 octubre 2007

Primeras impresiones

Empiezo un primer post sobre este viaje, aunque bien seguro que lo editaré de nuevo e iré añadiendo cositas, más que nada por los acentos...

Tenía que haber venido antes a Vietnam. Guauuuu, qué sensaciones tan estupendas, oye. Esto de sentirse millonaria es genial. Nada más llegar al aeropuerto, entrego en la oficina de cambio 100 euros y obtengo 2.280.600 Dongs. Me ha venido a la mente el tío Gilito con su chistera, jaja, menudo fajo de billetes que me han dado que se salen de la carterita y todo, no tan grandes como pensaba pero de gran variedad. Os podéis imaginar que la cosa más simple cuesta millones, y todo es muy, muy barato, por ejemplo la primera noche cenamos las dos por 5 euros y nos tomamos unos batidos de fruta de dragón por 0,80 Ctm, y como no, después un masajito de cuerpo entero durante una hora por aproximadamente 6 euros, el más caro del folleto, pero conseguimos resucitar porque después de tantas horas sin dormir una ya no sabe ni que día es...

Unas horas en Hanoi y ya he tenido un segundo momento de subidón. Resulta que aquí soy alta, bueno, que digo alta, ¡Pero que muy alta! Vamos, de las más altas. Ya en Tailandia me sentí un poco así, pero es que los lugareños de Vietnam parecen todavía más bajitos, aunque las nuevas generaciones van subiendo la media. El mobiliario de las terrazas de los bares es muy gracioso, en consonancia con el tamaño de los lugareños, vamos que parece comprado en el ToysRUs, cielos que mesas y sillas tan pequeñas.


Tengo mucho que contar, pero seguiré escribiendo en otro momento…

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