09 abril 2013

Yazd, a las puertas del desierto


Situada en donde se dan la mano los desiertos de Dash-e Lut y Dash el Kavir, este es el horror ese de desierto de sal que tanto temían las caravanas de la ruta de la seda y por eso Yazd era la última parada de las caravanas que se dirigían a Asia e India a través de esa Ruta, ya en tiempos de Marco Polo que estuvo allí por el 1272!!, mi ídolo! digamos que un lugar seguro para los viajeros antes de entrar en pleno desierto y aventurarse a los peligros, tipo solazo, ladrones, bichos??? y desde luego con gran tráfico comercial algo que aún conserva porque se ven muchas tiendas y fábricas de alfombras persas en Yazd.  
Ciudad oasis, sin duda. Sí, el "invento" por excelencia de los iraníes deben ser las alfombras, pero lo de los canales subterráneos o ghanats si que es un gran invento, tanto que se internacionalizó la idea y se exportó a desiertos del Sahara y China. El método es un ejemplo de ingenio y de ingeniería asombroso y es que ha permitido convertir una tierra superárida en una más fértil con buenas cosechas de cereales, verduras o algodón. ¿El secreto? Desde hace unos 3.000 años el agua subterránea se reconduce de las zonas húmedas a las secas y lo conseguían abriendo pozos al pie de las montañas para localizar así la capa de arcilla impenetrable; después, trazaban canales subterráneos recubiertos, ea, lo dicho, todo un ejemplo de ingeniería. Eso sí, como ingenieros y arquitectos no tenían precio pero como fontaneros vaya desastre... el 95% de los grifos que he usado los colocan giratorios, pocos centrados y luego tenemos el CSI con el misterioso chorro de agua torcido, sí, el chorro tiene vida propia ¿¿ ??
 
Yazd es como un museo en sí misma, tanto que ver! La ciudad está construida de forma bien original, de lo más original q que he visto antes, con monumentos interesantes y bien conservados, y un skyline/ perfil bien bonito, un maravilloso cóctel de multitud de cúpulas de adobe y formas redondeadas, salpicado de torres de viento que por aquí llaman badgir
Lo de estas torres es genial, son producto de la adaptación que ha sufrido la arquitectura de la zona precisamente para sobrevivir a las sofocantes temperaturas del verano y son un supereficaz sistema de aire acondicionado sin necesidad de consumo energético.
  
En la Oficina de Turismo te facilitan información interesante pero si te lanzas a preguntar de forma diferente, obtienes respuestas la mar de mágicas! Solo con preguntar por las mejores vistas de los tejados de Yazd, te hablan de la azotea de un hotel próximo y de una mezquita que está medio apuntalada y sin mucho uso, con unas asombrosas vistas de las cúpulas y las torres, especialmente al atardecer. Saliedo de la Oficina a la izquierda, es una calle larga, y después giras a la izquierda, pasas un miniparque con columpios, un pequeño tunel, y se ve un gran patio, normalmente con niños jugando al futbol... Hay una puertecita de metal con cerradura, pero está abierto, tan solo hay que subir unas escaleras bastante destartaladas por cierto, pero la vista bien merece escalar un poquito! Además es gratis! Qué pena perder la cámara, hice fotos realmente buenas ese atardecer... 

Esto es lo que se ve, foto capturada en imágenes de Google!

 

Elegimos el Hotel Silk Road, fantástico en todos los sentidos. Muy buena localización. Alí habla buen inglés y es muy amable, un solucionador de cosillas que surgen. Desayuno fantástico, habitación limpia y con baño más que aceptable, y cenamos allí las tres noches, comida muy buena, una carne de camello riquísima! y de hecho muchas familias iraníes estaban cenando allí. El ambiente con resto de viajeros estupendo también, uno de los mejores sitios donde me he alojado a lo largo de esta vida viajera:-)

No obstante es interesante ir al Hotel Oasis, que pertenece al mismo dueño, porque tienes unas buenas vistas de la ciudad desde su azotea.



Gracias, Google!


Pero lo mejor de Yazd es perderse por las callejuelas de la parte antigua llamadas "sabaats" y que forman un laberinto de edificaciones de ladrillo unidas por arcos que van de lado a lado y que hace el efecto de sombrilla, ya hacía calor en marzo, imagino lo que debe ser esa ciudad en verano... Con todo, sol y sombra van de la mano y dan un ambiente muy especial.
Callejear sin más, porque de repente puede surgir de la nada una mezquita de adobe o una plaza ajardinada con unos columpios, niños que juegan y te sonríen, o alguna mujer envuelta en su chador negro, porque Yazd es una ciudad muy tradicional, gran ejercicio de empatía! y en este sentido se ven grandes diferencias con Shiraz, y eso que había mucho turista iraní esos días que ponían el punto de modernismo a la ciudad. 

Es curioso lo del chador... Al principio parece que todas van todas iguales pero resulta que las telas son diferentes en cuanto a calidad y ves algodones, sedas... Vamos, que se nota el poderío de cada hogar también en el vestir, aunque vayan de negro.

Viajar en compañía siempre es más agradable, aunque también es cierto que te pierdes muchas cosas. Me gusta a veces recorrer espacios sola pues creo que es la forma de prestar atención a las cosas y a las personas, y es que cuando vas con otra persona son 4 los ojos que miran...

Además, la gente del país también se fija más en ti, y en Yazd me pasó algo asombroso. Empezó a hablar conmigo una chica que resultó ser del norte, de una ciudad cercana al Mar Caspio; estaba de vacaciones con su familia y enseguida les llamó para que me conocieran, esto era habitual: empiezan la conversación en inglés y plash, te ves rodeada de padres, hermanos, tíos... Todos eran la mar de simpáticos, y en esto que caminando todos en grupo, nos cruzamos con una fila de mujeres que iban super arregladas, vamos que se notaba, maquilladas y con ropas muy bonitas, y tocando las palmas y cantando! Yo atónita, ellos también, y la chica les preguntó donde iban. Total, que nos invitaron a la fiesta de pedida de mano de una chica de su familia, solo apta para mujeres y no se podía hacer fotos. Y allá que fui, con mi "nueva" amiga, su madre, su tía, su hermana, su prima, y detrás de toda la fila de familiares de la novia.
Llegamos a la casa, nos descalzamos y allí vimos a mujeres y niñas bailando (a base de saltos y movimiento de brazos), el novio trajeado y con una cara de funeral... y la novia tapada con un velo muy tupido, porque no se podían ver aún... después de 9 años, parece todavía no era el momento... Esa fecha había sido fijada 9 años antes, tiempo en el que la familia de la novia había estado ahorrando para la dote, y ese día intercambian los anillos y solamente la familia de cada uno puede ver el rostro del otro, primero en la casa de él y después en la de la novia. La familia de mi "nueva" amiga estaba tan atónita como yo... Por fin la abuela de la novia nos dejó salir, porque ese baile agota al mejor bailarín, y me despedí de toda la familia, después de las fotos de rigor!

Me cruzo con unas chicas y noto que se mueren de ganas por hablar conmigo. Les sonrío y empiezan con un hola, de donde eres, y bla bla, y se prestan a enseñarme la ciudad. Eran arquitectas, y tía y sobrina de edades similares. Mientras una habla conmigo, la otra al teléfono... nos dirigíamos hacia la mezquita de la plaza principal, y de repente sus padres, sus madres, sus hermanos, que barbaridad, nueva sesión de fotos, supersimpáticos la verdad. 

Recuerdo a estas chicas porque ellas me explicaron el detalle de los llamadores que hay en las puertas de las casas tradicionales. Son muy visuales, el de la derecha para mujeres y el de la izquierda para los hombres, con sonidos diferentes, de manera que cuando llamaba una persona la mujer (parece evidente que la mujer abre la puerta de la casa) sabe si tiene que ponerse el pañuelo o no, si es mujer no hacía falta...
  
En Yazd hay mucho que ver! A unos 5 km de Yazd están las llamadas “Torres del Silencio” dicen que son una buena forma de ver la amplitud de la ciudad ya que se sitúan en unas colinas a las que se puede subir a pie. Se cree que en estas torres los antiguos Zoroastras dejaban los cuerpos de sus difuntos para que fueran devorados por las aves carroñeras, ya que para ellos enterrar o incinerar implicaba que se contaminaba el aire, la tierra... en fin...


Me acerqué con otros turistas que se alojaban en el hostel a ese lugar, y si bien es cierto que la tarde no acompañaba pues estaba nublado y las vistas de la ciudad no eran tan espectaculares como contaban, personalmente suprimiría esta visita, no me aportó gran cosa aparte de pérdida de tiempo y malgastar el dinero sobre todo teniendo en cuenta que la negociación con los taxistas la hizo un alemán, os podéis imaginar... Negocia un precio por la ida, espera y la vuelta, y luego decide “en nombre del grupo” darle una propina porque el hombre ha estado esperándonos! Todos los alemanes que me he encontrado en mis viajes funcionan así, no sé si es por las salchichas que comen o porque su moneda es fuerte... pero negociar a la alta ¿qué sentido tiene?


Contratamos a través de Alí, en el hotel Silk Road, un taxi compartido con una pareja de franceses para visitar 4 pueblos próximos: 
Narin Forterst, construcción en adobe y muy, muy bonito.
The Shas Abbasy Caravanseai (estilo de arquitectura safarid, y tiendas varias)
Pigeon Tower Maybod, parada para comer!
Chak Chak (en una montaña, con   una bonita vista cuando llegas), y 
Kharanaq,  situado a 185 Km al este, con unos 4.000 años de historia y precioso!! 
El taxista de nombre también Alí, es conductor, quiero decir que no es guía, pero hablaba un ingles más que apañado y nos llevó aun restaurante estupendo. Por tanto, recomiendo contratar esta excursión. 

Precio (mazo 2013): 26 euros por todo el día, coche con conductor, entre 4 ...

Atardecer en Kharanaq, absolutamente maravilloso entorno
(la única foto de los días en Yazd que salvé, hecha con mi móvil)

Dejamos Yazd con pena... volvería sin duda! Ponemos rumbo a Isfahan!
 

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