Continuamos el viaje hacia Kashan, el último stop antes de nuestros días finales en la capital iraní. Tengo que decir que mi idea fue excelente como opción de entrar en Irán por el sur y salir por el norte, especialmente porque ahorras tiempo.
Kashan, al igual que Yazd, bien merece una paradita, si bien es cierto que no me impresionó tanto en lo que respecta a las construcciones de adobe y las calles de la parte vieja. La particularidad de Kashan son sus casas
tradicionales de los siglos
XVIII-XIX que se pueden visitar y son una pasada de bonitas aunque estén restauradas.
Nos decidimos por la Casa
Tabatabaei, una mansión que perteneció a un mercader de lujo y que tiene
unos patios espectaculares con ventanas y cristales pintados le dan
un toque divertido, muy bonita.
Cuando te lanzas a rastrear las afueras de la ciudad te encuentras con los restos de la fortaleza Jalaji, una muralla que rodeaba la ciudad posteriormente destruida por los mongoles. Un buen reportaje hicimos, pero dado que la cámara no ha aparecido, las fotos están en mi memoria que es algo bonito pero siempre apetece recordar esos momentos ante una tablet, tele o lo que se tercie. Además, tenía fotos preciosas, y solo encuentro una solución: volver!!
Cuando te lanzas a rastrear las afueras de la ciudad te encuentras con los restos de la fortaleza Jalaji, una muralla que rodeaba la ciudad posteriormente destruida por los mongoles. Un buen reportaje hicimos, pero dado que la cámara no ha aparecido, las fotos están en mi memoria que es algo bonito pero siempre apetece recordar esos momentos ante una tablet, tele o lo que se tercie. Además, tenía fotos preciosas, y solo encuentro una solución: volver!!
Desde Kashan hicimos una
excursión en taxi compartido con una pareja de alemanes hasta el pueblo de Abyaneh, a 2.200m altitud, al pie
de las montañas, precioso trayecto y el pueblo mono también, tiene la particularidad de que todas las
mujeres, ancianas todas ellas, llevar pañuelos de flores de alegres colores en sus cabezas. Así de atrevidas. Curioso y muy recomendable por el trayecto en sí y por el pueblo que es muy diferente a lo que puedes ver en el resto del país.
Y aunque Kashan ofrece más opciones, nos dedicamos a descansar y disfrutar del alojamiento elegido y reservado, pero que por un mal entendido no pudimos usar durante las dos noches. Superrecomendable Eshan House, por la magnífica atención de su personal, la información recibida desde Madrid e in situ, la localización, las preciosas habitaciones y el patio, la limpieza, ohhh, toallas suaves! nada exfoliantes, que gustazo! ah, y un restaurante con estupenda cocina; el desayuno un poco escaso para ser realistas. No puedo decir lo mismo de Noghli House, trato correcto pero las habitaciones y baño no tenían nada que ver con el anterior alojamiento tradicional, más de batalla y muy caro para lo que ofrecían.
Rumbo a Teherán. Por tanto, de nuevo al autobús, te dicen 3 horas y se convierten en 4, pero entre el bollito y el zumo que te da el azafato y un sueñecito, y alguna escena curiosa por la ventana, picnis junto a al carretera, como no! pues llegamos a Teherán... uff el momento de encuentra un taxi que te lleve a la zona del Bazar donde estaba nuestro hotel fue realmente estresante, sobre todo por el momento de la negociación y porque se acopló un comisionista más: el traductor! realmente era necesario porque el taxista no entendía la dirección ni el mapa que llevábamos impresa...
Teherán
es una ciudad moderna y con un alto índice de
contaminación algo que se nota desde lo alto, abrazada por los impresionantes montes Zagros impresiona y resulta bonita. Habíamos
dejado dos días y medio para Teherán porque teniendo en cuenta las
otras ciudades se prestaba a ser la menos interesante, en principio tiempo
suficiente para ver lo relevante y a la gente con la que había quedado previamente.
Fue toda una sorpresa para mí descubrir en la inmensidad de la
ciudad lugares bien especiales y conocer a personas con las que he
creado maravillosos vínculos.
He visitado el Palacio Golendam (lugar de rosas), del siglo XIX y que perteneció a los monarcas de la dinastía kajar, merece la pena verlo claro que yo lo visité y escuchñe las explicaciones a modo de novela con voz de un iraní que fue mi guía pero que no es tal, de profesión quiero decir, pero sabe mucho de la historia de su país el resto de tiempo con gente que vive aquí, y explica todo con verdadero mimo y humor. Mi querido Pedram, gracias por haber contribuído a descubrir Teherán y plantearme regresar...
El museo de Joyería bien impresionante también! Towchal Tajrish y su bazar para las compras compartidas con Maryam.
En la capital tuve ocasión de conversar más a fondo con gente de clase alta y media, de la universidad, del mundo de las artes, un director de cine en concreto y un par de actrices (ozúuu, esas chicas si que eran modernas!!) y me daba cuenta que viven ante el modo de
represión más poderoso, el miedo. Las libertades civiles se
encuentran desde luego muy limitadas en las calles pero me queda
claro que mucha gente desafía la Ley y por ejemplo, aunque no
existen discos y está prohibidísima la venta de
alcohol y drogas, me dicen que especialmente los jóvenes se reúnen
en casas privadas y muchas familias también lo hacen, y el que tiene dinero y posibilidades, bebe lo que le apetece, bueno hay ciertas bebidas que se consiguen más fácilmente que otras. Es obvio que se
conocen estas actividades y se permiten gracias a los
sobornos, por ejemplo, he visto estanterías en plena calle con libros
prohibidos a la venta, obviamente que estaban prohibidos me lo dijo un iraní, por lo visto pagan dinero al ayuntamiento y a vender!
He visitado el Palacio Golendam (lugar de rosas), del siglo XIX y que perteneció a los monarcas de la dinastía kajar, merece la pena verlo claro que yo lo visité y escuchñe las explicaciones a modo de novela con voz de un iraní que fue mi guía pero que no es tal, de profesión quiero decir, pero sabe mucho de la historia de su país el resto de tiempo con gente que vive aquí, y explica todo con verdadero mimo y humor. Mi querido Pedram, gracias por haber contribuído a descubrir Teherán y plantearme regresar...
El museo de Joyería bien impresionante también! Towchal Tajrish y su bazar para las compras compartidas con Maryam.
Al menos en algunos lugares están vigilados y enseguida te pregunta la policía si te ven sola con un iraní por ejemplo; y
lo obvio, el que tiene dinero se salta la Ley y obtiene el visado
para viajar y estudiar fuera del país. Hay una pequeña esperanza de
que se produzca algún cambio positivo de apertura al mundo me
cuentan algunos a los que me he atrevido a preguntar... depende de
quién gane las elecciones de junio puede incluso ir a peor...Ay, madre!
Con
todo, la impresión general que me llevo es que los iraníes tienen
una mentalidad abierta aunque su Ley no les permite actuar con
libertad de cara al público; hay familias muy tradicionales y
religiosas eso es así, y luego ya las que se salen de madre (por ej
la de la fiesta en la que estuve), esto también sucede en España, no nos engañemos. Veo además muchas similitudes con los
españoles: conversan mucho, son muy bromistas, se ríen, comen y
beben (té) toooodo el rato, duermen siestas! y son
superamigables. Me parecen también muy educados y cultos,
grandes lectores, amantes de la poesía y muy cinéfilos. De futbol que os voy a contar...
cantidad de Messis he visto... mas Barça que Madrid tengo que
decir...
Volveré algún día! Quizás en primavera!?
Volveré algún día! Quizás en primavera!?
Alojamiento en Kashan
Debido a un error en la reserva, pasamos una noche en Noghli House casa tradicional en el corazón de la medina, un lugar que no recomiendo, al menos a ese precio. Cierto es que era temporada alta para ellos, pero el lugar no merece pagar tanto por las habitaciones y ese desayuno.
Eshan House. Superecomendable . El sitio es precioso, la habitación amplia, el baño y toallas fenomenal. El desayuno quizás un poco flojo. Las cenas en el restaurante, magníficas. La atención estupenda
Alojamiento en Teherán
Firouzeh Hotel es un hotel superfuncional, no esperes gran cosa. Lo recomiendo para gente que no vaya a pasar mucho tiempo allí y que busque algo funcional. Su localización es muy buena y la amabilidad y buen inglés de su dueño ayudanm una fuente de información magnífica.
Transporte en Teherán
Los
taxis son baratos, sorprendentemente cuesta menos contratarlo en una
oficina o llamar que parar a uno en la calle. El metro de Teherán
es moderno, eficiente y muy barato. Un billete de ida y vuelta viene
a costar el equivalente a 0’20 € y está superlimpio. Al
principio y al final de cada convoy se reserva un vagón exclusivo
para mujeres, vedado a los hombres, aunque ellas pueden si quieren o
van acompañadas viajar en los demás.
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