15 septiembre 2007

Algo para admirar

Esta mañana he estado en el Museo Thyssen- Bornemisza. Probablemente éramos de las pocas personas que sólo íbamos a admirar las obras de Richard Esten, sin plantearnos pasear por la muestra de las últimas realizadas por Van Gogh, más que nada porque no había entradas a la venta…










En estas dos salas se pueden contemplar las obras más simbólicas del americano, que surgen a partir de fotografías realizadas por él mismo a lo que habría que añadir una buena dosis de técnica, porque es obvia su extraordinaria habilidad a la hora de jugar con reflejos y luces.

Es ante todo un pintor de ciudades y nos muestra perspectivas de Paris, Chicago, San Francisco o Barcelona, aunque parece que su musa es Nueva York, que dan lugar a escenas más o menos reconocibles para todos nosotros.

En sus cuadros plasma con absoluta maestría imágenes de rascacielos, escaparates, coches y autobuses, y gente en movimiento, en los que se pueden ver detalles tan asombrosos como son los arañazos y los desconchones en los asientos de un vagón de un tranvía, los edificios reflejados en la chapa de un coche, ese escaparate de cristal que a veces refleja y otras se convierte en transparente. No todo es urbano, también hay escenas con olas que parece que te van a empapar de un momento a otro…

Está claro que unos tienen buena pluma y otros buenos pinceles, como es el caso de Richard. Os recomiendo que os acerquéis, porque me ha encantado; pero, rapidito porque termina mañana...

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