Tratar
de resolver diferencias en una amistad es un
acto de valientes pero no siempre es algo que dependa de uno mismo, en este caso de mi misma. Es algo
que me propongo con ganas cuando valoro y aprecio a una persona y recibo
señales de que está molesta conmigo, y me lo planteo también entre otras razones porque siento que me gustaría buscar
la forma de hacerle ver que no soy perfecta y que tengo fallos como
cualquier humano.
El caso es que aquel enfado dio
lugar a una despedida nada ejemplar y esto había producido el enfado y
malestar en esa persona, totalmente comprensible. Y una que se enfadó, el otro que se indignó, ella que se calló, total, que uno por otro la casa sin barrer... Pienso que existía una incompatibilidad entre las necesidades de cada uno, y por otro lado sentía que quería hacer algo positivo porque ninguno de los dos nos merecemos sentirnos mal e ignorados por el otro, obviamente esto es mi opinión.
Ante todo, le digo de nuevo que lo siento si le he herido con mis
palabras (y me lo digo a mi misma), y que me encantaría que habláramos. Creo que aquel día trató de ser cordial y dijo sí pero sin convencimiento, pues han pasado días y no creo que necesite resolver nada al respecto para continuar con su vida.
Nuevo intento. Hoy me arriesgo, me como mi
orgullo (algo a lo que también estoy prestando atención), y ya analizados y aceptados mis errores, trato de
comprenderle; y aunque siento las señales de su indiferencia
propongo de nuevo una conversación, sin marcar fecha, no está mal para aclararnos...
Soy consiente de que las respuestas pueden ser variadas y entre ellas
la que menos me gustaría (en ese momento la "no" respuesta), pero prefiero que me den
calabazas o me ignoren a quedarme con dudas el resto de mi vida. En su opinión hay cosas que hay que dejar así. No sé si por deseo, por
convencimiento o por orgullo. Imagino que por convencimiento pero el
motivo no me importa tanto, es tajante y está claro que no encajo en su vida, (ni él en la mía) pero he de reconocer que si su objetivo era castigarme hoy lo ha conseguido. Apostar por el entendimiento es cosa de dos. Le comprendo, le respeto y acepto su
postura y esta situación que ambos hemos provocado, por tanto no le
voy a insitir más. Superbuen fondo tiene este hombre, quizás esta vivencia le lleve también a un aprendizaje personal (si es que lo necesita) porque yo al menos la estoy aprovechando para esto! y en cualquier caso le deseo que
se cruce con una mujer con la que conecte maravillosamente bien.
Tic tac tic tac
Reflexionando
Estoy satisfecha porque he tenido buena
predisposición para ello, porque lo he intentado, porque he contemplado la opción de ser rechazada y lejos de evitar el posible rechazo,
he preferido arriesgarme. Confieso que a mí me hubiera
gustado tener esa conversación, escucharle y que me hubiera escuchado y hablarle de
los motivos de mi enfado, en parte por justificarme (obvio, y no digo que sea algo positivo) pero sin pretender que me de la
razón, únicamente para sentirme escuchada y en
último término valorada; al menos cambiando impresiones podíamos haber aprendido juntos de los errores de
ambos, en parte de comunicación. He encontrado la solución en visualizar una imaginaria conversación:-)
Me siento rechazada, las cosas como son, ahora estoy enfadada conmigo misma y también triste. Pero prefiero pensar que ese rechazo, en realidad cualquiera, no tiene que ver conmigo pues no deja de ser su opinión así que no tiene mucho sentido que una sola opinión me afecte, ni a mí, ni a mi
autoestima. Ea!!
Acepto su rechazo, la verdad es que el
solo hecho de ponerlo en palabras está siendo de gran ayuda. Aceptar es algo grande, implica comprender a la otra persona, sus sentimientos y sus motivos; sin juzgar y sin forzar nada
más. Es obvio que con ocuparme de mi vida tengo bastante y que todos tenemos derecho a
rechazar, yo misma he rechazado a otras personas, así es que lo más inteligente es aceptar que hemos perdido la posibilidad de esa amistad y pasar
página.
Aprendo y me olvido. Sé que no soy perfecta pero ahora que he visto
objetivamente la situación, recapacitado y aprendido de ella, acepto mi responsabilidad pero sigo con mi vida
porque tengo cosas y gente magnífica encantados de compartir mi tiempo! Para ello voy a pedir apoyo a mis amig@s porque aceptarlo no significa que no me duela; voy a recordar todas las buenas decisiones que he tomado en mi vida; voy a hacer mi DAFO personal, a recordarme todas las buenas cualidades que otras personas (familia, amigos, exparejas, compañeros, jefes y menos conocidos) han visto en mí y las fortalezas que yo misma sé que tengo. Y mañana voy de compras! Ea!
Y es que si yo no estoy de mi ladooo... mal vamos!
El perdón forma parte de este proceso y he aprendido que es superimportante hacerlo, por eso, me estoy perdonando a mi misma y le perdono a él también, porque me ha hecho daño sin saberlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario