18 febrero 2014

Aprendiendo de mi enfado

Cuando decidí invertir en mi desarrollo personal y prestar atención a esas parcelas de mi persona y vida que tengo más olvidadas y en sombra, no me quedaba ni queda otra que ser coherente y analizar todo lo que va surgiendo y me preocupa, en este caso, me paro a observar el enfado al que me refería hace unas semanas. Dicen los expertos que nos enfadamos debido a nuestro nivel de exigencia y a las altas expectativas que nos hemos creado sobre una persona o una situación. Además, dicen que los enfados se producen bien por cosas que no aceptamos de nosotros mismos (necesidades que no fueron cubiertas durante nuestra infancia) o también, una segunda causa sería porque revivimos de alguna manera con esa persona escenas o situaciones que nos han afectado bastante y profundamente en nuestra vida (porque las hemos vivido en primera persona, visto en otros o incluso hay quien afirma que fue en nuestras vidas pasadas...). Por tanto, tiene todo el sentido que, emocionalmente hablando, nuestros enfados hacen toc toc en nuestro cerebro para darnos información sobre el tipo de personas y de situaciones en las que deberíamos poner atención ya que es obvio que si hay algo que nos remueve por dentro es porque algo no va bien en nuestras vidas. Y en nuestra mano está arreglarlo:-)


Y aquí estoy, destripándome emocionalmente que dicen. Escuchando a ese enfado y las posibles necesidades que tenía no cubiertas; aunque en concreto este caso sucede que me recuerda a algunas situaciones vividas hace años y me parece que me he preocupado un poco al detectar los paralelismos con aquella relación. Había conseguido darle neutralidad, eso sí, y en realidad no es que ellos se parezcan, en absoluto, pero ciertos pequeños detalles que han venido a mi mente han derivado en que me haya puesto a la defensiva, reprochándole en exceso y lo que es peor: obviando hablarle de lo positivo de la historia. Es como si se hubieran activado en mí unas alarmas que me "obligan" en el momento presente a defenderme y a marcar distancia, imagino que por miedo a que se repitan situaciones que me disgustaron en gran medida tiempo atrás.

Sigamos. Me siento enfadada. Empiezo por reconocer y aceptar mis errores, mi falta de comunicación y mi lamentable gestión de esa emoción que surge... Sin entrar en si tengo o no tengo parte de razón, no estoy orgullosa de mi comportamiento, reconozco que enfadarme y despedirme con un reproche no es bonito; pero si hubo algo que me hizo sentir mal, (ciertamente lo hubo), no se trata de ignorarlo aunque si que es cierto que debería haber hecho un mayor esfuerzo por recordar lo positivo que habíamos tenido y sobre todo emplazarle a otro momento y hablarle en términos de necesidades en lugar de hacerlo con reproches. 

Cuando soy consciente (hoy) de que he herido con palabras y hechos a una persona (en este caso hombre, pero la sensación es la misma si fuera una mujer), me siento mal y pienso que realmente no se lo merece, independientemente de que hiciera algo que me molestara, también hizo otras cosas dignas de ser agradecidas y esto no se lo dije ni siquiera en bajito.... Pedirle disculpas fue lo siguiente que hice, me gustó hacerlo, y realmente ese “Siento haberte herido con mis palabras” salió de mi corazón. Y se quedó en el camino de ida...
 

Después de tantas horas invertidas y dedicadas a mi desarrollo personal me parece mentira que no haya sabido manejar mejor mis habilidades, que las tengo, pues en otras circunstancias complicadas sí he sabido gestionar bien mis estados emocionales. Esto también me duele y ante todo he decidido perdonarme no sin antes reflexionar sobre ello, sobre el enfado, sobre esa relación del pasado, sobre todo lo que necesito y no tengo pero me gustaría... He decidido perdonarme y también perdonarle, no pienso vivir con rencores y es la forma de avanzar, porque no hubo mala fe por parte de ninguno de los dos. Mucho para pensar y tomar acciones.


Por tanto, escucho a mi enfado e indago en los sentimientos que me llevaron a él. Se trata un poco de convertir la porquería que está ahora mismo en mi mente en un apetecible pastel. Y en ello estoy:-)

No hay comentarios: