04 mayo 2010

Los placeres de Nara

La ciudad de Nara está en la llanura de Kinai, y se llega en menos de una hora en tren, tanto desde Osaka como desde Kioto, por lo tanto, es lógico trazar la ruta del viaje teniendo en cuenta este dato.

Nara es, verdaderamente, una delicia de lugar. Un imprescindible en nuestro paso por Japón, por sus templos, por las leyendas, por esos paseitos en el parque repleto de cervatillos, por el laberinto de calles en Nara-Machi (la parte más antigua de la ciudad), por sus tiendas tradicionales y esa artesanía local que consigue trasladarnos al pasado… Visiblemente, un lugar muy, muy tranquilo donde hallaremos el añejo Japón.


Pero lo entrañable y anecdótico de Nara es sin duda su parque. Y es que Nara Park es la morada oficial de montones de cervatillos que deambulan espontáneamente al acecho de turistas que les compren sus galletitas a cambio de una buena foto si les apetece... la verdad es que le dan mucho encanto al lugar aunque algunos tienen muy mala leche y ciertos problemas de visión o de olfato, porque se pueden tragar cualquier cosita que tengas en tu mano.... Estos bambies que son como
el emblema de Nara están muy protegidos porque se consideran algo así como mensajeros de los dioses, aunque ya no son legalmente divinos simplemente "lindos tesoros de la naturaleza". Ciervos, muchos ciervos, y muchas bicicletas también en Nara.



Kiosko de venta de galletas para ciervos


Aunque se puede ir a Nara en el día desde Kioto, yo te recomiendo que pases al menos una noche. Nos alojamos en el Ryokan Seikanso, un sitio superbonito y con un jardín espectacular. A medida que transcurren los días se agradecen este tipo de lugares porque de alguna forma el momento de relax tomando un baño te hace revivir.

 
Al día siguiente visitamos con detalle algunos de sus templos budistas muy antiguos, los más antiguos de Japón. El Kofukuji famoso por la pagoda de 5 niveles, el Kasuga Taisha, con montones de farolillos y el impresionante Todaiji, uno de los templos más populares de Japón. El más grande y que además hospeda también al buda más grande del país, el Daibutsu, con 500 toneladas de peso y de 15 metros de altura, solo de nariz medio metro! Los ataques e incendios han destruido parte del templo, ya que cuando se construyó era como tres veces mayor del actual, imposible de imaginar ese tamaño... Junto a ese gran buda hay una columna con un agujero parece que del mismo tamaño que el agujero de la nariz del buda, y según una leyenda la persona que pasa por él tendrá grandes bendiciones en su próxima vida. Los escolares que están por allí, la cruzan sin problema, claro, y parece ser que si te atascas te ayudan a salir…

 
Por la tarde cogimos el tren con destino a Osaka. Particularmente, este trayecto lo suprimiría porque en un viaje tan largo, dedicar únicamente una tarde a esta ciudad que tiene cosas interesantes para ver, pues es un poco absurdo ya que no te da tiempo a nada. La idea de los interesados en hacer un alto en Osaka era salir de marcha, algo que es también muy interesante, pero cuando tienes que madrugar tanto y no viajas en taxi, pues pasa qué al final no sales, bueno, en mi caso no compensa.

 
Lo que sí recomiendo en Osaka es este lugar para alojarse: Guesthouse U-en, con un ambiente inmejorable, muy buena información, internet gratuito, y por poner una pega: duchas un poco pequeñas (suficiente para mí) en cuartitos abuhardillados; es muy gracioso porque tienen dibujado como has de hacer, bueno es lógico que agachadito, claro.


Siguiente etapa en nuestro viaje: Osaka-Koyasan

GENERAL

http://www.japan-guide.com/e/e2165.html

ALOJAMIENTOS

http://www.itcj.jp/eng/529002

http://www.u-en.net

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