10 mayo 2010

La entrañable Kioto


Si hay una ciudad imprescindible en un viaje a Japón, considero que es Kioto. En ella saborearás ese agradable cóctel que mezcla lo clásico y lo moderno, producto de la convivencia de gentes tradiconales que por sus calles lucen con gusto y gracia un kimono y aquellas otras que desprenden modernidad a raudales.

Moverse para conocer Kioto es más fácil en autobús o bicicleta, transporte que usan mucho los lugareños incluso adaptan hasta dos sillitas a modo de transportín para dos niños. Nuestra opción fue el bus y básicamente las piernas, que me dejaron K.O. especialmente el día de los 18 kilómetros, bruughh; también hay red de metro en una zona de la ciudad, así es que todo depende de hacia donde te dirijas.

Supongamos que lo que te agrada e interesa es sumergirte en los mares de la arquitectura y las tradiciones religiosas de Japón, bien, pues que sepas que Kioto se las arregla muy bien para que se cumpla ese sueño tuyo. No lo digo yo, lo dice la Wikipedia, es la única ciudad japonesa que aún conserva edificios anteriores a la segunda guerra mundial, ya que dado su grandísimo patrimonio cultural tuvieron el detallazo de no bombardearla... Claro, que ello no quiere decir que no se haya construido después de aquella barbaridad utilizando otros estilos arquitectónicos, y para muestra un botón, porque no hay más que ver el moderno edificio que alberga la estación de trenes, precioso y que ofrece unas estupendas vistas de la ciudad desde la planta 15. Kioto acoge además de edificios singulares, más 1.500 templos entre budistas y sintoístas, cientos de jardines zen y varios de los mejores museos del país, razones más que de sobra por las que es considerada el corazón cultural del país. Imposible verlo todo en tres días, bueno ni en una semana.

Muchos son los templos que pueden resultar interesantes, pero hay uno que no te puedes perder y que es una de las estampas más típicas de Kioto. Si tuviera que elegir uno vería el Kinkaku-ji, el Pabellón Dorado, un templo que por sí solo ya llama la atención pero que el entorno lo hace mucho más atractivo ya que se encuentra recubierto de pan de oro y como quien dice a remojo de un lago, de manera que su imagen se refleja en sus aguas. Resultado: un magnífico lugar para esto del crecimiento personal y cultivar la paciencia si quieres conseguir una foto que no sea de grupo, ya sean otros turistas o grupos de escolares japonesitos, que hay mogollón, dudo si habría alguno en clase!!! Lo cierto es que son graciosos, y algunos de ellos se nos acercaban para practicar su inglés, y hasta hubo un grupito (no recuerdo si fue en Kamakura) que nos pidieron que firmáramos en su cuaderno y todo! Qué gracia!



Otra elección de la que se puede disfrutar un montón es ir al Tetsugaku no michi, el Paseo de los filósofos, un caminito de unos dos kilómetros a lo largo del cual verás algún templito que otro y artesanía local dispuesta en tiendecitas a un lado del canal. Las imágenes que brinda el otoño en este paseo son preciosas y muy, muy relajantes. Particularmente, me resultó muy agradable a pesar de que parecía aquello el Retiro porque solo se escuchaba el dial español... Mira que creo que "soy bastante viajada" y suele suceder que me encuentre con algún que otro español por el mundo, pero lo de Japón ha sido de libro; todos huyendo de la crisis, supongo.



Repetiría Kioto, sin duda. Quizás también ha influido sentir Kioto como el paraíso de las compras, que digo quizás, totalmente influenciada por ello!! De hecho, a la hora de organizar la ruta, habíamos hecho coincidir nuestra estancia allí con el día en que hay un gran mercado, todos los 21 de cada mes, donde disfruté un montón "hablando" y hasta regateando con la gente de los puestos y donde vimos estampas tan extrañas como esta pareja comprando verduras y haciendo un alto en un templito.




Hay también otras zonas interesantes con tiendas supermonas por ejemplo en las proximidades del templo Kiyomizu. Las vistas de Kioto son fabulosas ya que está situado en una colina por la que bajan varias cascadas, de ahí que le llamen el templo del agua, que también tiene juego, es que en muchos templos la gente "hace cosas" como pasar por debajo de algo, dar vueltas, dibujar "ochos"... En éste, por ejemplo, había dos piedras situadas una frente a otra, varios metros, ¿15? y veíamos a la gente (escolares) que caminaba (o lo intentaba) de una a otra con los ojos cerrados parece ser que para conseguir el amor. ¡Qué cosas! Y un follón caminar así entre tanto público, follón y ridículo, claro, aunque el propósito de estos juegos siempre es bueno, la mayoría de las veces es para otra vida, es lo malo...



Para llegar a este templo, hay que subir o bajar una agradable cuestecita con muchas tiendas, ya lo he dicho, y al que no le gusten las tiendas pues tiene cerezos para admirar.




También hicimos coincidir nuestra estancia en Kioto con el Festival Jidai Matsuri, el festival de las edades, una cabalgata histórica que todos los 22 de octubre conmemora el hecho de que la ciudad hubiera sido capital de Japón durante muchos siglos. Transportan el trono de los emperadores de Kioto desde el palacio imperial hasta el santuario de Heian, unos cinco kilómetros que parece ser que suele durar unas cinco horas, no sé si el tiempo se refiere al primer grupo en llegar a la meta o al último, es obvio que estuvimos bastante menos de 5 horas... Es todo un honor para la gente de Kioto que participa ser seleccionados para la ocasión según nos contó el simpático vecino de acera..., y es curioso de ver porque visten trajes típicos de épocas que van desde el siglo VII hasta 1.868, año en que Tokio pasó a ser capital del país.


Uno de los lugares más impresionantes para mí, y creo que para todos los turistas es el barrio de Gion, que se remonta a la edad media y es en los tiempos que corren el más exclusivo barrio de Geishas de todo Japón. Un montón de turistas haciendo guardia, y es que en sus calles se pueden ver auténticas geishas y makako (las aprendices de geishas) que son perseguidas por incontables flashes de nuestras cámaras en el momento que ellas salen de las casas. Impactantes las makako y la geisha que vimos, t precioso el barrio y las casitas de construcción clásica. Igualito que en Memorias de una geisha!!!



Otra visitilla interesante sería dar una vuelta por la calle Pontocho, que está muy cerca de Gion. En él su arquitectura, cuyas casas van paralela al río Kamogawa, ha permanecido intacta con el paso del tiempo aunque lo que más abundan son restaurantes de todo tipo que ofrecen suculentos platos tradicionales. Una zona pelín chic, diría.

¿Qué más hay en Kioto? Gente, mucha gente. Y bicicletas!! Definitivamente, los bebés no lelgan con panes, llegan con bicicletas bajo el brazo, qué barbaridad!! Kioto está tremendamente animada, no sé si es por Decreto Ley, pero el caso es que hay mareas de gente de día y de noche; pero la vida del turista "pobre" es tan, tan dura que una ya no tiene cuerpo para madrugar y patear, y posteriomente trasnochar, todo en ese mismo día... Es agotador, pero para lo que sí sacamos tiempo fue para pasarnos una horita por un spa que nos recomendaron en el hostel, magníficas instalaciones y estupendo precio, unos 3 euros; era público, y allí apareció una mamá con el nene, la nena, el cubo, el atito de goma, jaja, qué gracia, yo creo que nunca en mi vida me he bañado "junto a un patito",, vamos, que no, nunca tuve un patito de goma en mi bañera y tener que vivir esa experiencia en Japón ha sido tronchante.



No puedo dejar pasar más tiempo sin recordar esos baños japoneses que tanto me han flipado. Esta idea por ejemplo me parece fabulosa, una genial forma de ahorrar agua y espacio!!!



Siempre hay que dejar cosas pendientes para tener una razón más para regresar, dicen, ir a una casa de té, al teatro, comprar un kimono aunque sería incapaz de saber ponérmelo...






La mítica Kioto. Tradiccional. Espiritual. Misteriosa. Seductora. Entrañable. Divertida. Kioto es una ciudad de las que enamora, de esas que como los buenos vinos o esos besos añorados, deja un maravilloso sabor de boca, de las que sin esfuerzo alguno permanece en tu memoria y, amablemente, te invita a regresar. Me encantaría.



MAGNÍFICA OPCIÓN, ALOJAMIENTO MUY RECOMENDABLE

http://www.budgetinnjp.com/index.html


GENERAL


http://www.jnto.go.jp/eng/index.html
http://www.templefees.com
http://www.jnto.go.jp/eng/spn/kyoto/sightseeing/index.html
http://www.jorudan.co.jp/english/

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