Aquello es otro mundo. Creo que ya se empieza a apreciar cuando una está en un avión donde la gente saca su portátil para ver sus pelis propias o leer la prensa en Internet. Mi primera tarde en la ciudad y a pesar del frío intenso, ya pensé: aquí tengo que volver yo, y es que hay muchas cosas que me han cautivado de esta ciudad. Está claro que 10 días no son suficientes!!
Continuará...
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En muchos de mis viajes he visitado ciudades que me han encantado, incluso hasta el punto de vivir en ellas, por ejemplo Londres, ciudad donde pasé unos años de mi vida; pero Nueva York es una ciudad que enamora, y ciertamente me ha fascinado. NY es la ciudad de los sueños, se presta a ello, esa que mucha gente ha elegido para hacer realidad sus imposibles, donde supongo que unos lo consiguieron y otros fracasaron, pero al menos lo intentaron.
El caso es que entre toda esa fastuosidad de rascacielos y zonas verdes, hay espacio para pensar, porque es una ciudad que de alguna manera te pellizca y te estimula a recapacitar. Cielos, cuanto contraste. Algunas situaciones me resultaban simplemente curiosas, otras hasta cómicas, pero todas te hacen reaccionar en un sentido u otro.
No sé si sería el potaje de culturas que aparentemente han sido acogidas como propias, o la sensación de civismo y respeto que se respira, o el gran surtido de empresas con sedes sociales en unos edificios de escándalo. Tal vez la posibilidad de cruzarme con actores y actrices famosos, aunque no haya visto a ninguno, o la idea de verme en ambientes bien diferentes a los habituales, ya sea un musical, un partido de baloncesto o una misa Gospel. Sorprendentemente, me ha resultado una ciudad muy segura y muy, muy acogedora.
N.Y. es tremendamente cosmopolita y desde mi punto de vista se percibe claramente esa curiosa relación raza-empleo, de manera que cada una parece tener ya su papel asignado sin ni siquiera haber sido llamadas para el casting, situación que, dicho sea de paso, encuentro bastante parecida a lo que está sucediendo aquí.
Es obvio que cada raza tiene sus defectos y virtudes, si es que podemos generalizar en este sentido; pero es curioso ver como los latinos absorben mayoritariamente el sector servicios, y trabajan como camareros, en las tiendas o las recepciones de un hostal y puestos similares. Los asiáticos también trabajan de cara al público pero ellos son los dueños y señores, aunque sea un negocio bien simple y de 2 x
Estas son un poco mis impresiones. En los próximos posts resumiré un poco lo que ha dado de sí este viaje, con datos que me han resultado útiles, fotillos chulas y tal.
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