26 marzo 2008

Fascinante Nueva York

Podría vivir en NY. Mi mente aún sigue allí, pero en cuantito aterrice en Madrid escribiré sobre este magnífico destino y colgaré algunas fotos.

Aquello es otro mundo. Creo que ya se empieza a apreciar cuando una está en un avión donde la gente saca su portátil para ver sus pelis propias o leer la prensa en Internet. Mi primera tarde en la ciudad y a pesar del frío intenso, ya pensé: aquí tengo que volver yo, y es que hay muchas cosas que me han cautivado de esta ciudad. Está claro que 10 días no son suficientes!!

Continuará...

Actualizo:

En muchos de mis viajes he visitado ciudades que me han encantado, incluso hasta el punto de vivir en ellas, por ejemplo Londres, ciudad donde pasé unos años de mi vida; pero Nueva York es una ciudad que enamora, y ciertamente me ha fascinado. NY es la ciudad de los sueños, se presta a ello, esa que mucha gente ha elegido para hacer realidad sus imposibles, donde supongo que unos lo consiguieron y otros fracasaron, pero al menos lo intentaron.

El caso es que entre toda esa fastuosidad de rascacielos y zonas verdes, hay espacio para pensar, porque es una ciudad que de alguna manera te pellizca y te estimula a recapacitar. Cielos, cuanto contraste. Algunas situaciones me resultaban simplemente curiosas, otras hasta cómicas, pero todas te hacen reaccionar en un sentido u otro.

No sé si sería el potaje de culturas que aparentemente han sido acogidas como propias, o la sensación de civismo y respeto que se respira, o el gran surtido de empresas con sedes sociales en unos edificios de escándalo. Tal vez la posibilidad de cruzarme con actores y actrices famosos, aunque no haya visto a ninguno, o la idea de verme en ambientes bien diferentes a los habituales, ya sea un musical, un partido de baloncesto o una misa Gospel. Sorprendentemente, me ha resultado una ciudad muy segura y muy, muy acogedora.

N.Y. es tremendamente cosmopolita y desde mi punto de vista se percibe claramente esa curiosa relación raza-empleo, de manera que cada una parece tener ya su papel asignado sin ni siquiera haber sido llamadas para el casting, situación que, dicho sea de paso, encuentro bastante parecida a lo que está sucediendo aquí.

Es obvio que cada raza tiene sus defectos y virtudes, si es que podemos generalizar en este sentido; pero es curioso ver como los latinos absorben mayoritariamente el sector servicios, y trabajan como camareros, en las tiendas o las recepciones de un hostal y puestos similares. Los asiáticos también trabajan de cara al público pero ellos son los dueños y señores, aunque sea un negocio bien simple y de 2 x 3 metros, pero se trata de “su empresita”. Por otro lado, hay muchos negros trabajando de barrenderos y posicionados en la Quinta Avenida con puestecitos como de mercadillo, bueno también hay mucho policía negro, como en las películas.

Estas son un poco mis impresiones. En los próximos posts resumiré un poco lo que ha dado de sí este viaje, con datos que me han resultado útiles, fotillos chulas y tal.







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