16 enero 2012

Un árbol mágico


Cuantas veces nos hemos preocupado por cosas absurdas, cosas que de un modo u otro se van a resolver, esas que nos quitaban el sueño porque eran realmente importantes y que al cabo del tiempo nos cuesta recordar. O cosas como esta crisis que parece que ha dejado de ser un problema, ahora parece más bien un modo de vida...

Una reflexión!


EL ÁRBOL MÁGICO

Cuenta una leyenda que en una ocasión, un carpintero contrató un ayudante para reparar una vieja granja, y al finalizar un duro primer día de trabajo, el ayudante miró apesadumbrado hacia atrás en el día y pudo ver como su cortadora eléctrica se estropeó y le hizo perder una hora de trabajo, y para rematar el camión ya viejo, se negó a arrancar.

El carpintero lo llevó en silencio a casa, donde una vez allí el ayudante le invitó a conocer a su familia, y mientras se dirigían a la puerta, éste se detuvo por un momento frente a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos. Tras esto, se abrió la puerta y en el ayudante tuvo lugar una transformación sorprendente.

Su sonrisa lucía de forma única en su bronceada cara. Abrazó a sus hijos y dio un beso a su esposa. Tras esto se los presentó al carpintero, y luego le acompañó hasta su automóvil.

Al pasar cerca del árbol, el carpintero sintió curiosidad y preguntó al ayudante sobre lo que había ocurrido antes y de lo que había sido testigo, a lo que respondió:

- ¡Ah! sí, ese es mi árbol mágico. Es inevitable que tenga problemas en el trabajo, pero estos no pertenecen a la casa, ni a mi mujer, ni a mis hijos, por lo que al llegar a mi hogar, cuelgo los problemas en este árbol mágico antes de entrar. Y por la mañana al salir para ir a trabajar, los recojo nuevamente. Y ¿sabes dónde esta la magia? En que cuando los voy a recoger no encuentro tantos como los que yo dejé la noche anterior, incluso los que permanecen en muchos casos, han menguado en tañamo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Qué bonita historia y qué difícil de llevar a nuestras vidas... Gracias por compartirla :)

Ana dijo...

Un placer:-) Ojalá que se contagie mucha gente de esta manera de proceder porque lo difícil no es imposible y además tiene premio!