27 abril 2010

Escapadas desde Tokio: Nikko

En las proximidades de Tokio existe toda una oferta de posibilidades y ello implica que irremediablemente tengamos que seleccionar donde ir, en el caso de que nuestro viaje no dure meses, claro está… Y es que el legado cultural de Japón es extraordinario y lugares como Nikko, Kamakura, Nara o Hakone bien merecen una visita; son centros espirituales donde se apiñan gran cantidad de templos sintoístas y budistas, filosofías que aparentemente conviven de una forma bastante natural, no en vano los japoneses son muy respetuosos. Tenemos, además de la opción de ver múltiples templos, la posibilidad derecorrer sus montañas y sus parques naturales, y disfrutar de sus comercios, al gusto!!
Después de tres días en Tokio, continuamos con la siguiente ruta: Kamakura - Hakone (2 noches) - Nara (1 noche) - Osaka (1 noche) - Koyasan (2 noches) - Kioto (3 noches) - Tokio (2 noches). Como suele suceder cuando se termina un viaje, uno varía la ruta realizada y en este caso, anticipo que si pudiera rebobinar prescindiría de Osaka y viajaría a Koyasan y Nara manteniendo el campamento base en Kioto. Respecto a Kioto, me gustaría contaros algo importante desde mi punto de vista!! y es que estaría bien hacer coincidir la visita en día 21, porque hay un mercado ma-ra-vi-llo-so... quien me conoce ya sabe que los mercadillos, la artesanía y y el hecho de mezclarme con sus lugareños artesanos me vuelve loca de atar!! Aquí pienso que es obligado permanecer unos días, al igual que en la zona de Hakone (aunque se puede hacer el mismo día desde Tokio) o Koyasan, pero de estos lugares comentaré en otro post.

En nuestro caso, después de dos noches en Tokio y adaptarnos un poquito al horario nipón fuimos a Nikko en el día, un viaje relámpago porque está a unas dos horas en tren. También puede ser interesante para hacer una noche porque se puede combinar la visita con un tiempo de relajación en alguno de sus muchos onsen.

En mi opinión, es un imprescindible en la lista, tanto por su belleza natural especialmente en otoño con los tonos amarillentos y rojizos, como por esos templos y santuarios que habitan entre bosques de cedros y la convierten en una obra muy significativa de la arquitectura de Japón. Sus templos están decorados con figuras de gran colorido que tienen unos detalles asombrosos, y ello hace que se diferencien bastante del resto de templos que hay en Japón (al menos de los que yo visité).






Monos de la sabiduría, unas tallas que muestran el ciclo
vital del mono y que incluyen a tres monos cada uno con un
significado: no oye al diablo, no ve al diablo y no le habla al diablo.


En la mayoría de los templos podemos encontrar unas tablitas de madera o papelitos donde podemos escribir nuestros deseos y dejarlas colgadas por allí, para que los monjes budistas se ocupen de la gestión. Hay también todo un shopping center en los templos, con un montón de tiendas donde puedes adquirir amuletos de lo más variado y con mucha especialización, encuentro yo: protección para cuando viajas en coche, en camión, en moto...


En este aro había que hacer una especie de 8 con
coreografía incluida, y luego ya, colgar el papelito!
Ese tipo de cosas que en tu país no harías jamás, vaya...

El puente sagrado de Shin-kyo, del típico color rojo laqueado, (construido en 1636, posteriormente destruido por unas riadas y reconstruido en 1904), da acceso a la zona de Sannai, que es como se conoce a la zona de santuarios y templos. Conviene comprar la entrada combinada que incluye un estupendo mapa de la zona y permite el acceso a los dos templos más importantes y a un santuario, Toshogu, el más destacable, Rinnoji y Futurasan. Asimismo, si se va en el día, decir que es imprescindible supermadrugar si tenemos en cuenta que los templos cierran pronto y que hay bastantes que resultan interesantes.

Otras imágenes que plasman como miman los detalles en esta parte del mundo!!!


Periódicos a la venta

Puesto de castañas

En Nikko nos llevamos otra gran sorpresa, y es que coincidimos con media España como quien dice y mira que yo “soy viajada” pero jamás me había encontrado con tanta gente española, tanto, que teníamos tomada la sala de espera de la estación de tren de Nikko, éramos unas 14 personas. Todos fuimos bien lejos a celebrar la crisis, supongo.


Beso tímido


Aquí dejo un link interesante:

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