14 septiembre 2008

Rarezas

Hay gente que se nos antoja rara por su personalidad, por su forma de vestir, por las cosas que les gusta hacer o por sus temas de conversación, temas que algunas veces se convierten en el monotema de una tertulia. Admito que todos en cierta manera somos "raros" en algún aspecto de nuestra vida, aunque el hecho de tener aptitudes, gustos, y formas de actuar diferentes, nos puede convertir también en personitas interesantes a los ojos de otros. Dicen que siempre hay un roto para un descosido ¿no?

El caso es que ser diferente se lleva, aunque lo diferente también tiene grados… Y últimamente me estoy encontrando con cada personaje tan, tan descosido que no sé yo si van a encontrar un roto a su medida, vamos, propios de una peli de Almodóvar.

Obviamente, asumo que estos personajillos a los que yo considero raros puedan pensar lo mismo sobre mí, si bien es cierto que yo me considero una persona bastante normal y esto de normal incluye un pack de manías, confesables, y de esas que pienso que pueden estar en el cajón de las aceptables aunque alguien siempre me podría decir… ¡define normal!? Claro está que depende de con quien me compare, porque si me pongo a pensar en ese amigo mío que todos los domingos limpia el coche (haga falta o no), y que en tiempos anteriores incluso limpiaba las ruedas con una especie de betún para que estuvieran más negras!?, a verrrr, que las carreteras no la friegan..., pues, supongo que las mías son de lo más "light"… Tengo la manía, por ejemplo, de:

1. Poner el despertador unos 15 minutos antes de la hora a la que tengo que levantarme y de manera que suene cada cinco o así, algo que es totalmente absurdo ya que hasta el último toque no me levanto y por otro lado tampoco duermo.

2. Hacer una lista antes de irme de viaje, que incluye las cosas que van en la maleta y en la bolsa de supervivencia (por si la maleta no llega a su destino.)

3. Limpiar e ir recogiendo los utensilios que voy utilizando mientras estoy cocinando. Supongo que es porque me molesta imaginar la escena del zafarrancho al final…

4. Aprovechar para hacer otra cosa mientras me cepillo los dientes ya que no tengo la necesidad de mirarme en el espejo mientras lo hago. A ver, no me refiero a una tortilla de patata porque esto sí que sería raro de la leche!!

5. Leer las revistas y los periódicos a la inversa, es decir, desde la última página a la primera; esto también se lo he visto hacer alguna vez a mi padre. Pero con los libros no me pasa, y a él tampoco;-)

Suficientes, de momento.

2 comentarios:

Gildo Kaldorana dijo...

Coincido en cuatro de las cinco cosas que dices que son tus manias, lo de hacer otra cosa mientras me limpio los dientes, eso si que no, por ahi no paso.
Y lo de gente rara que hay, si que la hay y mucha.
Todavia no entiendo por que unos amigos mios (matrimonio) que vinieron a mi casa del norte (San Sebastian)conmigo la semana pasada,a pasar unos dias, por que durmieron los dos en una cama de 80 por 1,80 cm teniendo dos camas de esa misma longitud, y juntas además.
Por si acaso revisé el colchon, las sabanas y todo, y no habia nada anormal.A la pregunta de porque solo utilizaron una cama, me respondieron que a ellos les gusta dormir asi.
Que raaarooo.
Salud y suerte.

Ana dijo...

Es que mirarse al espejo mientras se lava uno los dientes y además, hacer alguna cosilla más es un poco más complicado jeje, a lo mejor no es tu caso pero creo que es muy típico de hombres!!

Y sí, Gildo, me encantaría visitar Indonesia. Soy una enamorada de Asia, así que tal vez el próximo año.

Gracias por repetir:-)