26 mayo 2013

Pensando en alto


Cuando el objetivo es llegar a sentirse un Ser Completo... Sí, un Ser Completo. Ese que sabe que el empeño en tratar de encontrar la felicidad es precisamente lo que la aleja de uno y, por ello, simplemente decide vivir y punto. Y cuando la felicidad llegue, pues se le abre la puerta y a disfrutar. Y cuando se quiera ir, a veces no es responsabilidad nuestra que no nos dure, pues que se le abre la puerta o la ventana y adiós muy buenas. Llamarme conformista si queréis, para mí es inteligencia práctica, y desde luego, mejor vivir y no dedicar el tiempo a quejarse o a desear que las cosas sean de esta o de aquella manera que a veces malgastamos tiempo y energía en cosas que lo mismo nos da que nos da lo mismo. Pero no se trata de que el Ser Completo disfrute de todo lo que le sucede, malo y bueno, sino de aceptar sabiamente que lo que es y decidir que vamos a evitar sufrir por cosas que podrían (no tenemos la certeza) suceder en un futuro y sobre las que en este momento no tenemos ningún control. Carpe Diem


Resulta que el aprendizaje es posible, genial ¿no?. Un Ser Completo es brutalmente curioso, y piensa que nunca sabe lo suficiente y siempre quiere conocer más de sí mismo y a través de otros que saben más que él. Por tanto, el aburrimiento no está en su agenda, porque cualquier acontecimiento de la vida es para ellos una oportunidad para pensar, sentir, actuar, compartir... Además, tiene claro que el orden y la organización es una manera útil de actuar, no es un objetivo ni por supuesto una obsesión. Inteligencia práctica, de nuevo.


Expresa sus puntos de vista aunque no muestra gran empeño en tratar de convencer a los demás porque entiende que nuestros cerebros funcionan de forma diferente, y nuestras experiencias vividas también puntúan. Por otro lado, tampoco se siente mal si después de escuchar a otros Seres Completos o Semicompletos se da cuenta de su “error“ y decide cambiar su opinión, además sabe agradecerlo. Se muestra generoso, dando y recibiendo, y siempre, siempre, preferirá lograr el triunfo y la eficiencia por méritos propios y no porque los demás "competidores" han fallado.


Nos han vendido que fracasar no es algo bonito, pero un Ser Completo no tiene miedo al fracaso y le gusta arriesgarse en sus hazañas y aventuras, porque quien no arriesga no gana y así es el juego. Y además, el éxito como ser humano está por encima de toda duda y resulta que esa faceta ya la ha trabajado.


Se quiere a sí mismo, y muuuucho! Y es que para saber querer a otros tenemos que empezar por nosotros mismos, esto es así. Está altamente motivado por un deseo de querer crecer y siempre que tiene la oportunidad de hacerlo se trata fenomenal a sí mismo y si no tiene la oportunidad, pues la crea! porque su mente y su actitud está en modo creativo ON prácticamente en todo momento. Observando, relacionando, pensando, creando. 


Otro dato importante! Para un Ser Completo, el humor es su gran compañero de viaje en casi todas las situaciones de su vida y es capaz de reírse tanto de los hechos más absurdos como de los más graves. Es más, sabe reír en compañía, sabe reírse de sí mismo, y además, tiene capacidad para hacer reír a otros porque ve casi todos los capítulos de su propia vida como grandes oportunidades para divertirse, aunque eso no impide que se tome en serio sus responsabilidades. Es obvio que no es incompatible el sentido del humor con las responsabilidades.


Un Ser Completo es reservado por naturaleza y se preocupa mucho de proteger su intimidad, quizás por eso a veces le gusta estar solo. Es selectivo en el amor, exigente, en ocasiones intransigente, pero cuidado, que esto no va reñido con el afecto porque es profundamente cariñoso y tierno. El hecho de ser selectivo hace que a lo largo de su vida no se comprometa sentimentalmente con muchas personas, y cuando lo hace, va a por todas!


Le gusta que la persona que ama sea también independiente, que haga sus propias elecciones y que viva su vida por sí misma. Son dos que comparten felicidad porque juntos suman, pero en una relación sana y madura no tiene sentido crear dependencias de uno hacia el otro, y es que lo bonito es construir juntos pero no porque necesitemos al otro de manera irremediable. Se trata de disfrutar uno del otro, eso sí, sabiendo lo que somos y lo que pretendemos desde el principio, lo que nos gusta y lo que esperamos del otro; es un llamamiento al respeto sin tirar por la borda nuestras personalidades. Un soy transparente, es decir, soy lo que ves, sin necesidad de máscaras pero con mis imperfecciones porque un Ser Completo no tiene miedo alguno a causar una mala impresión, y se comportará como es. 
 

Aplicando el principio de la coherencia, no solo es independiente en cuestiones de pareja, lo es también con respecto a la opinión de los demás mortales y le importa más bien nada si a la otra persona le gusta lo que dice, lo que hace, donde va o viene, o con quien. En ese sentido prefiere ser transparente, sin duda, eso no quita que cuide las formas al expresarlo o que en ocasiones decida callarse (esto no es muy de Ser Completo), pero lo cierto es que es consciente que no necesita ser querido por todo el mundo, no tiene esa necesidad de beneplácito del público de la sala. 


Un Ser Completo no es en absoluto una persona superficial, esto hay que dejarlo clarito. En ocasiones puede ser calificado o incluso llegar a parecer egoísta y hasta individualista, alguien que se preocupa únicamente de su propio bien y placer, pero lo cierto es que dedica parte de su tiempo a los demás por el simple hecho de que le gusta hacerlo. Y como no suele presumir de sus logros con el fin de escuchar los aplausos de otros, pues digamos que suelen ser facetas suyas desconocidas.



Un Ser Completo es alguien que sabe lo que quiere, que se ha esforzado en muchos sentidos, perseverante y luchador, y más cosas...

En definitiva, que este post empezaba con la felicidad..., hemos de mirar en el interior de nosotros mismos para encontrar nuestra felicidad. Querernos y mimarnos mucho antes de pensar en querer a otros, y por supuesto que conocernos a fondo y reconocer nuestros valores es primordial para poder identificarlos en los demás. Cuando lo tenemos claro es muy fácil verlo en otros, la vida funciona así... efecto espejo! para lo bueno y lo malo...



Pensando en alto, bonito cóctel de ideas que he modelado, a partir de lo leído en el libro Tus Zonas Erróneas” de Wayne W. Dyer.







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